El moño
Moño de picaporte.
El pelo de la mujer siempre iba recogido en un moño, habiendo gran variedad de ellos: de rodete, de picaporte, con cocas, con trenzas, con o sin ondas, etc... A las niñas se les solía hacer una trenza, o ponerles con el moño de picaporte un lazo y un pequeño ramillete de flores naturales.
Se adornaban con agujones o alfileres de plata con la cabeza en filigrana, además de peinas pequeñas de concha y de plata, no demasiado recargadas, para realzar, de esta manera, el hermoso peinado.
Y por supuesto, lo que nunca faltaba en el pelo o en el pecho de una murciana era un ramillete de flores naturales: rosas, claveles, clavellinas, jazmines, azahar, ...
Se adornaban con agujones o alfileres de plata con la cabeza en filigrana, además de peinas pequeñas de concha y de plata, no demasiado recargadas, para realzar, de esta manera, el hermoso peinado.
Y por supuesto, lo que nunca faltaba en el pelo o en el pecho de una murciana era un ramillete de flores naturales: rosas, claveles, clavellinas, jazmines, azahar, ...
Los complementos
Complementos de mujer.
Los complementos femeninos más utilizados son los pendientes y arracadas de oro y de plata, calabazas (de coral), collares de corales y azabaches, medallas, cruces, camafeos, abanicos, y escapularios y rosarios como motivos religiosos en el s. XIX.
Son numerosos los adornos y aderezos que servían para exaltar la belleza de la mujer murciana. Además, el gremio de orfebres en Murcia ha tenido, desde tiempos de los moriscos, mucha importancia en esta región.
Para adornar su cuello y su regazo, utilizaron collares y gargantillas de perlas o de corales. También era muy frecuente que las mujeres llevaran, alrededor de su cuello, una cinta de terciopelo negro con una cruz colgante.
En el campo, para protegerse del fuerte sol se colocaban un sombrero de paja de ala ancha sobre pañuelo.
Son numerosos los adornos y aderezos que servían para exaltar la belleza de la mujer murciana. Además, el gremio de orfebres en Murcia ha tenido, desde tiempos de los moriscos, mucha importancia en esta región.
Para adornar su cuello y su regazo, utilizaron collares y gargantillas de perlas o de corales. También era muy frecuente que las mujeres llevaran, alrededor de su cuello, una cinta de terciopelo negro con una cruz colgante.
En el campo, para protegerse del fuerte sol se colocaban un sombrero de paja de ala ancha sobre pañuelo.
La mantilla
Mantilla de Cintón
A principios del siglo XX, la mujer cubría normalmente su cabeza con pañuelos de algodón con dibujos multicolores pero discretos, y en actos solemnes con la mantilla de cintón, prenda tejida en seda (terciopelo, damasco, sarga o raso) y guarnecida con cintón de terciopelo, pasamanería y puntillas abundando en color negro.
La mantilla era indispensable en el atavío de calle de la mujer española de orden práctico (proteger el medio cuerpo del frío invernal o del calor estival), pudoroso (evitar las miradas indiscretas) o religioso (favoreciendo el recogimiento y la oración).
Posteriormente desaparece el cintón dando paso a la mantilla, realizada en encaje de blonda de colores negro y blanco.
La mantilla era indispensable en el atavío de calle de la mujer española de orden práctico (proteger el medio cuerpo del frío invernal o del calor estival), pudoroso (evitar las miradas indiscretas) o religioso (favoreciendo el recogimiento y la oración).
Posteriormente desaparece el cintón dando paso a la mantilla, realizada en encaje de blonda de colores negro y blanco.
Para la realización de estos textos hemos consultado y utilizado algunos fragmentos de la siguiente bibliografía. En algunas ocasiones hemos simplificado para un mayor entendimiento:
AlBIZUA, E. (1990): "El traje en España. Un rápido recorrido a la larga de su historia". Madrid. CASADO lOBATO, C. (1991): "Indumentaria tradicional". EXPOSICiÓN MODA EN SOMBRAS. MUSEO DEL PUEBLO ESPAÑOL. Madrid. LABORDE, A. (1808): Itinéraire descriptif de l' Espagne. CARO BAROJA (1981): Los pueblos de España. Madrid. GÓMEZ (1989): El traje popular. Murcia. |