Calzón corto o "pantalón de lujo"

El calzón corto o "pantalón de lujo" como se conoce en Murcia, es otra prenda utilizada en los ss. XVIII y XIX. Consta de dos perneras unidas en la parte superior, pero en conjunto está compuesto por varios elementos. Cada pernera por detrás, llega de la cintura a la corva en una sola pieza, y tiene suficiente amplitud a nivel de la nalga para permitir los movimientos y el sentarse. Se va estrechando progresivamente hacia abajo.
En la cintura posee una larga tira o pretina que sujeta la pieza adaptándola al abdomen. Va cosida por su parte posterior a las perneras y por delante se sitúa por encima de la cintura. Las perneras delanteras configuran una especie de tapa que cubre, a modo de bragueta, las dos partes de dicha pretina.
Se abre y cierra con un sistema de ojales y botones situados en el centro y en los laterales, ya que la bragueta no se adopta hasta bien entrado el siglo XIX.
Tejidos y colores

Los tejidos empleados para su confección son muy variados dependiendo del uso que se le fuera a dar: lana, en todas sus variedades, algodón, seda, …
Respecto a los colores predominaban los oscuros, sobre todo el negro, pardo y azul, aunque también aparecen otros. Algunas descripciones que aparecen en documentos antiguos son tan curiosas como éstas: verde aceituna, ojo de rey, ceniza, tabaco, yema de huevo, carmesí, morado,…
Los calzones pueden estar concebidos como pieza aislada o a juego con la chupa o chaqueta que veremos más adelante, en cuyo caso constituyen un traje completo.
Entre los posibles adornos de esta pieza destacan los botones con los que se abrocha la tapa; suelen ser piezas redondeadas, planas, lisas o con algún tipo de adorno, de metal u otros materiales, e incluso forrados de la misma tela. También se colocan botones a ambos lados de las perneras para cerrar la abertura inferior próxima a la rodilla, que al permanecer siempre visibles, solían ser de metal trabajado.
Respecto a los colores predominaban los oscuros, sobre todo el negro, pardo y azul, aunque también aparecen otros. Algunas descripciones que aparecen en documentos antiguos son tan curiosas como éstas: verde aceituna, ojo de rey, ceniza, tabaco, yema de huevo, carmesí, morado,…
Los calzones pueden estar concebidos como pieza aislada o a juego con la chupa o chaqueta que veremos más adelante, en cuyo caso constituyen un traje completo.
Entre los posibles adornos de esta pieza destacan los botones con los que se abrocha la tapa; suelen ser piezas redondeadas, planas, lisas o con algún tipo de adorno, de metal u otros materiales, e incluso forrados de la misma tela. También se colocan botones a ambos lados de las perneras para cerrar la abertura inferior próxima a la rodilla, que al permanecer siempre visibles, solían ser de metal trabajado.
Calzón largo o pantalón

Entrado el siglo XIX se empezó a usar el calzón largo o pantalón todavía con la misma estructura superior que estamos viendo, pero largo y recto hasta el tobillo. Tuvo bastante aceptación y se acompañaba con chalecos , pero sobre todo, con blusas.
Su uso no eliminó en ciertas comarcas el uso del calzón corto, con el que incluso coexistió hasta finales del XIX, aunque en zonas urbanas ya hacía tiempo que el calzón corto había caído en desuso. En el momento en que la tapa es sustituida por la bragueta, se pierde definitivamente como pieza tradicional ya que cambia absolutamente toda su forma.
Su uso no eliminó en ciertas comarcas el uso del calzón corto, con el que incluso coexistió hasta finales del XIX, aunque en zonas urbanas ya hacía tiempo que el calzón corto había caído en desuso. En el momento en que la tapa es sustituida por la bragueta, se pierde definitivamente como pieza tradicional ya que cambia absolutamente toda su forma.
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