Calzado
.Al igual que el vestuario femenino como calzado y dependiendo del traje que se llevara y de la situación económica, el hombre solía utilizar esparteñas o zapatos. El murciano del siglo XVIII se calzó con borceguíes o especie de botas con suelas de cuero sobre las cuales se ponen chinelas o zapatos.
Lo más habitual entre los huertanos era el uso de las esparteñas confeccionadas en esparto o cáñamo. Eran propias de gente de un nivel económico no demasiado alto. La esparteña es un calzado de los más antiguos de España. En Murcia también se les denominaban alparteñas o alpargates y resultaban muy cómodas para las tareas del campo.
Estas esparteñas se elaboraban de manera totalmente artesanal a partir de esparto natural sin picar, realizando un cordel fino que se iba entretejiendo dándole forma a la suela. Después se confeccionaba el talón y la puntera (que apenas cubría los dedos del pie). Una vez cosidas la suela, el talón y la puntera, se ataban al tobillo con dos cordetas, también de esparto.
Lo más habitual entre los huertanos era el uso de las esparteñas confeccionadas en esparto o cáñamo. Eran propias de gente de un nivel económico no demasiado alto. La esparteña es un calzado de los más antiguos de España. En Murcia también se les denominaban alparteñas o alpargates y resultaban muy cómodas para las tareas del campo.
Estas esparteñas se elaboraban de manera totalmente artesanal a partir de esparto natural sin picar, realizando un cordel fino que se iba entretejiendo dándole forma a la suela. Después se confeccionaba el talón y la puntera (que apenas cubría los dedos del pie). Una vez cosidas la suela, el talón y la puntera, se ataban al tobillo con dos cordetas, también de esparto.
Medias
Las medias (de hilo de algodón) se encontraban de uno o varios colores, lisas o caladas, a rayas tanto verticales como horizontales. Iban sujetas siempre por debajo de la rodilla con el atapiernas (cinta de algodón adornada).
Algunas llevaban el pie al descubierto, al resultar inútil cubrirlo cuando éste se llenaba de barro o se mojaba por las labores agrícolas que el murciano desempeñaba. Las usaban fundamentalmente en invierno para protegerse del frío.
En el siglo XVIII empiezan a confeccionarse unas medias mucho más elaboradas y ornamentadas, con agujas que permitían calar hermosos motivos decorativos.
Algunas llevaban el pie al descubierto, al resultar inútil cubrirlo cuando éste se llenaba de barro o se mojaba por las labores agrícolas que el murciano desempeñaba. Las usaban fundamentalmente en invierno para protegerse del frío.
En el siglo XVIII empiezan a confeccionarse unas medias mucho más elaboradas y ornamentadas, con agujas que permitían calar hermosos motivos decorativos.